Descripción
La realización de una Kokedama (bola de musgo) siempre es artesanal y pretende recrear una parte de la naturaleza.
Poner una planta en kokedama es realzarla y que exprese toda su belleza natural.
Ubicación: en interior hay que buscar un sitio sin calefacción y bien iluminado (luz natural)
en exterior, un lugar siempre en sombra pero con mucha claridad para que la crassula crezca compacta y el musgo no se reseque rápidamente.
Cuidados: para que el musgo crezca adecuadamente deberemos de mantenerlo húmedo con pulverizaciones periódicas, en verano habrá que hacerlo casi a diario. Esta humedad no afecta a la suculenta.
Cuando veas que la bola ha perdido claramente peso es el momento de regarla más a fondo para que se hidrate la crassula, para ello pondremos unos centímetros de agua en un recipiente y dejaremos la bola dentro por unos minutos, luego sacar y dejar escurrir un rato.
Continuar con las pulverizaciones del musgo cuando sea necesario pero no volver a meter en agua hasta que no volvamos a sentir que la bola pesa poco ya que seguiremos imitando el riego que tendría la Crassula humbertii en una maceta cualquiera.
La duración de esta composición es de varios años porque la planta no tiene raíces fuertes que pudieran deshacer la bola y el musgo seguirá creciendo perfectamente.
El sustrato utilizado para crear esta kokedama es el adecuado para nuestra Crassula humbertii.
Abonado: no es necesario abonar el musgo porque puede alimentarse del abono que usaremos para la crassula, pero si ves que pierde color puedes usar un abono foliar para bonsais o para tillandsias que ya se vende preparado y sustituir la pulverización que ibas a hacer con agua por el de este preparado hasta que veas que se ha recuperado.
Para la crassula usamos un abono para cactus diluido en agua según las indicaciones del fabricante una vez al mes en primavera y verano, no es necesario abonar más. También podemos abonar menos, las suculentas no son muy exigentes
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